lunes, 28 de julio de 2014

La Insoportable Destrucción del Ser

Todos(?) tenemos esa innata necesidad de intensificar la pena cuando estás triste... Intensificarla para confirmar que te sentís mal, y que tal vez, inclusive, necesitas estar aún peor....

Tal vez por eso, comenzás a hacer cosas tristes, deseas un día de lluvia fría y molesta, para que recorra tu cara y disimule tus lágrimas cuando vas al kiosco a comprar puchos... o mirás una peli bien bajonera y la mirás solo, claro, para no perder el objetivo de estar como el traste... leés historias tristes de gente triste(La insoportable levedad del Ser, navajas al centro del corazón), o te encontrás con un disco tan penoso como la imagen que te devuelve el espejo esta mañana...

Y la tristeza es tan cruel pero eficaz para amargarte, que en su enorme existencia, logra en cada uno de nosotros, infinita agudeza de búsqueda y le da sentido a aquella frase que dice, que aquel que busca, encuentra.

Entonces pasa, que te topás con que el día amaneció lluvioso, que nada mejor que mirar esos videos donde ella me abrazaba y era feliz, las imágenes sonrientes de nuestras últimas vacaciones, que el primer libro de tu biblioteca es ese que ahora no tenés que leer y que en la lista de reproducción que al azar elegiste, suena Sóley...

Ahora si, con todo esto, sos capaz de confirmarlo, nuevamente sos un trapo, nuevamente te encontrás desamparado en la pena y el dolor de la perdida del amor, que recomenzar va a ser difícil y que los proyectos deseados, ya no valen nada, que ya NADA vale NADA...

Y ya lo sé, lo sé, algo nuevo y mejor(ojalá yo lo merezca, por favor, quiero merecerlo!) va a llegar a tu vida, para salvarte, para acompañarte, para rodar juntos en esta vida cruel y dulce como el calor de su abrazo.

Pero claro, ahora pasa, justo ahora, que nada de eso me importa.

Ahora, solo quiero estar triste, algún tiempo más, de disfrutar del derecho a sufrir intensa y cruelmente...

..asi que Sóley, por favor, adelante, a lo tuyo mujer...


Blog

Hace mucho que no escribo acá.

Ayer lo releía, encontré cosas que me gustan, otras no tanto, pero me recordaban sensaciones, sobre todo amargas.

Entonces pensé... tal vez, esa fue siempre la única utilidad que tiene esta plataforma, escribir y escribir de amarguras, de tristezas, porque, realmente, y en esto debo citar a Victoria, "la alegría es irrelatable".

A quien le interesa contar sus alegrías en el momento que lo siente? Pensaba, que hacerlo, sería como ir a un recital y grabar todo el show en vez de disfrutarlo. No?

O comprarse un auto nuevo y no sacarle los nailon para que no se estrenen(?) los asientos.

Hoy vuelvo a escuchar un disco entero de Beirut, hacia tiempo que no lo hacía, que banda hermosa. Siempre pone mis sentidos en otro nivel, como si la vida no fuera solo cotidianidad, como si me conectara con los más profundo de mis sensaciones.


Añoro, los escucho y añoro, inclusive sus abrazos, que pase por acá, que haga esos jueguitos tontos de los dos, extraño a Vincent esperándola o atacando su falda cuando quiere atención.

Hoy casi la llamo, pero me contuve... No se si hice bien... después de lastimar a la persona que uno ama, debe alejarse? Es eso lo que se espera que haga? Porque yo tengo un constante impulso de querer reparar mis macanas, de querer "otra oportunidad", pero es que, no debo hacerlo más?

Y otra vez fue la acumulación de cosas, porque todo comenzó por nada, en realidad, por todo.

Y como siempre, la necedad me resolvió vencido y deshecho en el suelo frió y desierto de esta nueva soledad.