Yo lo noté distinto en cuanto lo vi llegar, sin embargo no deducí nada. No era el mejor momento tampoco, me encontraba envuelto en el abrazo de una milonguera, al ritmo del 2x4.
Horas más tarde, entre música caribeña y amigos, se acerca y me lo cuenta.
"Al final, estuve con ella..." Dice mientras con la mirada, me señala una linda petisita de rasgos elficos.
"Que? con quien? con ella?" dije, confundido por la confesión.
"Si, ella, no lo puedo creer! jajaja" Me dice muy sonriente.
"Vení y contame bien gil!". Nos fuimos a la barra del boliche y me contó algunos detalles de aquella experiencia, nada fuera de lugar, solo cuanto necesitaba saber.
El, si bien me lo cuenta, es un hombre muy reservado, de refinada educación.
Su historia es muy particular desde el inicio. Y yo me di a la tarea de ayudarlo, no se bien porque...
Primero, algún consejo, luego un cambio a su forma de vestir y finalmente, su aspecto general. Boludeces mas que nada, pero que eran importantes por varios motivos.
Su situación lo ameritaba.
Algunos cambios, pocos, casi nada. Y anoche, vi morir al último hombre virgen de este valle.
Bueno, no se si tanto, pero a los 26 señores! No deben ser muchos!
Y yo que me siento, como quien cumple un objetivo. jajaja!
Del brazo llevaba a su enamorada a descansar(porque, claro, se enamoró) y yo viendo esa imagen tan inocente, me sambulli en las caderas de una morocha despampanante que me hacia señas para bailar bachata.
Y con la misma expresión, me despertó esta mañana, para que desayunaramos juntos...
Verano, que bien que venis por favor!!
Aclaración: La morocha es la rubia pero bronceada.
ResponderEliminarNo, no cambie, sigo con la rubia.