Un día más de oficina en telefónica.
Charla habitual entre el personal de proyecto y de Obra, las dos Áreas que compartiamos piso. Y era de lo más normal, sentir ese peso enorme de estar ahí, entre tanta hipocresía y competencia desleal.
C, R, E y yo discutiamos sobre datos que estaban en un plano, hasta que no soporte la situación un segundo más y a boca de jarro les dije, suave, sin pausas ni repeticiones:
"Jamás, jamás conocí gente tan nefasta como ustedes, manga de pelafustanes y esto sigue siendo una mierda, por eso me fui, por eso me voy."
Y me desperté. Ya era hora de levantarme, ya era hora de decirles esto.
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