Desde pequeño, Madre, me ha inducido a escuchar música selecta y no tanto. Con los años, comenzó a gustarme cada día más hasta que finalmente me enamoré.
Fue en un concierto en Casa de la Cultura, invitado por quien fuera mi profesora de Inglés en la ENET. A partir de allí, el amor es tal, que puedo emocionarme hasta las lágrimas al escuchar ciertos compositores...
Como Yann Tiersen, que les juro, en cualquier momento, le hago un mural, en su honor, en la pared de mi Depto.
Violines y Franceses, que combinación señores!
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