domingo, 16 de febrero de 2014

1

Es inevitable escuchar un tango y recordarte... Yo creo, que no sabés lo que me hiciste, tampoco sé si te enterás, que todos los días desde hace ya varios años, mis dedos sin control, escriben tu nombre una y otra vez sobre este teclado, buscandote entre laberintos sociales... Y te encuentro, pero ya no sos vos. Sos una copia, una imagen borrosa, un mamarracho de un mal artista callejero. Pero no dejo de buscar, porque tampoco sé que es lo que busco, no, a vos ya no te busco, no sos ni por asomo lo que quiero, entonces pienso, tal vez, sea un ultimo recuerdo que me haya quedado colgado de ayer. Una despedida de besos dulces, abrazos eternos y de promesas que se van a cumplir... Tal vez aún, tengo ese deseo, esa necesidad, de que un beso dulce, un abrazo eterno, me envuelva, por una vez más, por una ultima vez...