martes, 29 de marzo de 2011

Erase una vez...

Recuerdo, estar en la oficina, nervioso, aquella noche no había sido fácil.

Ella despertaba cada hora, estaba inquieta, se bañaba, revisaba que todo estuviera en orden, me consultaba cosas y yo necesitaba dormir, el día previo, había sido muy ajetreado entre la Facultad, El Trabajo y mi tarea como Jefe de Familia, sin contar que mis nervios por ser primerizo hacían añicos mis tripas.

Recuerdo despertar a las 7 am, ella estaba en la cama, preparé el mate como cada mañana y fui a llamarla para que desayunaramos, además sus padres venían a buscarla, los arreglos se habían hecho con anticipación y dada la fecha no era conveniente que se quedara sola.

Escuchamos la camioneta y salimos juntos, ella se subió, se despidió de mí y se fue, ella con sus padres, yo a una importante reunión con mis jefes.

No fue fácil aquella mañana, recuerdo estar muy inquieto, mis compañeros no paraban de consultarme si sabia de algo, que como marchaba todo, que si me sentía bien, que estaba muy pálido, jajaja.

Eran más o menos las 9:30 am, cuando mi celular suena, era su madre:


-Veni ya, vamos camino al hospital, creemos que ya es hora...


Bastaron esas palabras para que mi presión aumentara drasticamente y mi corazón comenzara a latir con muchisima fuerza, pero era raro, porque simultaneamente temblaba y tenia miedo de caer, mis piernas habían perdido fuerza a la vez que quería salir corriendo.

Mis compañeros que salían corriendo a desearme suerte, yo que agarraba mis cosas casi con lágrimas en los ojos y mi Jefe que entra, gerente detrás y me consulta adonde iba para al enterarse, correr conmigo al auto y salir juntos casi como locos para el hospital.


-Mucha suerte Chris, llamanos en cuanto tengas noticias!



Baje corriendo, entre al hospital y pregunte donde estaba:


-Pasillo al fondo, dobla a la izquierda y luego a la derecha, ahí esta con la doctora.


La abrace fuerte, la doctora me cuenta, que era cuestión de minutos, venia todo bien y ya la pasaban a la sala de parto, así que intentaba tranquilizarla cuando ella permanecia de lo mas serena y yo totalmente histérico... jaja


Salí afuera un momento, para que terminaran de revisarla y salio para la sala. Yo me quedé a esperar el llamado de la partera, solito, en el pasillo de Neo. Llega la madre de ella y me felicita, sus hermanos y me felicitan, pero yo estaba solo, hasta que llego mi Madre, la abrace apenas llegó y entre lágrimas me intentaba tranquilizar, yo sin embargo en sus brazos estaba en paz, si ella estaba ahí, sabia que iba a salir todo bien.

En medio del abrazo, una enfermera abre la puerta, pregunta quien era el Padre y respondí:


-Yo!

-Apurate, seguime, corre, ya esta naciendo!

-Que? Si, vamos!!!


Corrí y me dio ropa, me cambie, parecía un payaso, botas, gorrita y seudo-camison. Y la vi pasar, hermosa caminaba hacia la camilla, con su vientre lleno de vida.

Me miro, sonrió y le sonreí.


-Veni flaco, acompaña a tu mujer, tomala de las manos, ayudala con la bebe.

-He sisi, que hago? Como ayudo?


Dije entre el nerviosismo y la emoción del momento.

Y la partera que mirandola a ella a los ojos dice:


-Vamos Madre, pujá, con fuerza...


Y entre sus brazos vimos, ella y yo, a la nena más bella del mundo, nuestra nena.


Recuerdo, hoy, tan claro como ayer, justo hoy, cuando esa hermosa bebe está cumpliendo 5 añitos y yo que aun la veo pequeñita entre mis manos, frágil y tierna.


Y estoy seguro que lo será siempre, esa bebe, que entre mi brazos se dormía, que lloraba para que la tomara en brazos, que me dice, entre risas, que mis besos la matan...



Feliz Cumpleaños mi vida.


Te Ama muchisimo.


Papá.

1 comentario:

  1. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar