martes, 15 de febrero de 2011

Es que, simplemente nos conocemos poco a poco y vamos investigando si aquellas cualidades sine quanon, exigencias de belleza o de experiencias pasadas del tipo "no quiero nunca más cruzarme con una mina/mino asi..." si, esas experiencias que nos vuelven caprichosos, cautelosos y claro, bastante pelotudos, son parte de quien tenés frente a vos...

Pero querida, nunca olvidemos que estas cosas nos atrapan justamente cuando nadie las espera y menos nosotros.

Siempre pensamos, mientras miramos el techo, si todo tiene que ser así, si es necesario, si nos va a ser de utilidad, para no hacer mas que seguir cayendo en la misma situacion una vez tras otra.

Ponemos nuestras defensas en modo activo, esquivamos cuando pasa ante nosotros, un poco por miedo, un poco por "amor propio" mucho por idiotas.

Y me miras y no entendes, sonreis y me decis que estoy loco, que soy una incognita, que de madrugada te hablo en binario y que mis penas se deshacen cada día de un modo raro, que mi humor te encanta, que por la mañana aprendiste a apaciaguarlo a fuerza de mates y sonrisas.

Y todo es cierto, tan cierto como la luz que invade mi habitación por la mañana y marca suave los contornos de tu cuerpo.



La verdad, que no debo, que no podemos, que los tiempos, que la vida, que la experiencia de nuestros dias...


y yo digo que me importa tres carajos...


...que aún me sobra gallardía.




Porque la realidad y mi verdad, es que me haces mucho bien.

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